martes, 22 de febrero de 2011

MANUAL DEL CONDUCTOR

Si el día de hoy toma el periódico, escucha los noticieros o revisa por internet para enterarse de la nota roja, encontrará un común denominador: los accidentes viales y sus consecuencias fatales.
Se ha preguntado Usted:
¿Cuántos jóvenes en la plenitud de su vida, perdieron la vida de acuerdo con las noticias leidas en estos medios?
¿Cuántos menores dejaron de llegar a casa a consecuencia de un accidente?
¿Cuántos adultos mayores, con tanta experiencia que compartir con los jóvenes, tuvieron que partir?
¿Cuántas madres dejaron sólo a sus hijos?
¿Cuántas familias quedarán en el desamparo, ante la ausencia del padre que fallece en un hecho de tránsito?
¿Cuántas vidas más tendrán que perderse por la imprudencia al conducir o atravesar una calle?
De acuerdo a las estadísticas, el alcohol, el exceso de velocidad, la falta de pericia y las fallas mecánicas, constituyen las principales causas de los accidentes, esto son factores donde el elemento humano, tiene una participación determinante y por lo tanto, pudieron ser evitados.
Si la mayoría de estos factores son previsibles, ¿Por qué se siguen produciendo accidentes?
La respuesta está en manos de los conductores y los peatones que, imprudentes e ignorantes, han convertido lo que pudiera ser una actividad armoniosa, en un peligro constante, donde el conducir las calles con agresividad, intolerancia, alcohol, alta velocidad e imprudencia al cruzan una calle, son situaciones que insistimos en repetir una y otra vez.
La vida de Usted, de sus familiares y de muchos, dependen de su preparación y habilidad para utilizar las vías públicas.
Un descuido le puede generar lágrimas, traumas, invalidez y fracaso.
¡Usted decide!
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